martes, 19 de febrero de 2008

LA CIBERCULTURA



¿Qué es la Cibercultura?

La cibercultura es algo que todas las personas debemos conocer, porque es una nueva innovación tecnológica que esta revolucionando el mundo desde distintos puntos de vista en diferente aspectos del conocimiento.

Sinceramente, no me interesa entrar en disquisiciones intelectuales sobre "¿qué es la cibercultura?". A estas alturas todo el mundo debería saberlo y si no que se lo pregunten a los expertos en marketing. "Cibercultura es el nuevo estilo de vida que se está creando en torno a la informática e Internet", le responderán rápidamente, sin dudar.

El objetivo de la cibercultura es captar y fidelizar a la nueva generación de consumidores: "la generación digital", un colectivo que se identifica abiertamente con la tecnología y que ha creado en torno a ella una nueva cultura.

Ahora a las personas nos gusta realizar transiciones bancarias desde nuestro teléfono móvil, también invertir en la bolsa sin necesidad de tener que pagar intereses y todo esto gracias a la Internet que nos ofrece una alta gama de productos de la cual podemos sacar nuestro beneficio propio.

Si antes decía que no estaba dispuesto a entrar en discusiones intelectuales sobre "¿qué es la cibercultura?" es porque estoy convencido que no hay que perder el tiempo en debates de salón. Es el momento de pasar a la acción. Es hora de preguntarnos: ¿a qué aspira la cibercultura? o ¿es que acaso este movimiento se va a conformar con haber creado los códigos estéticos imperantes en los primeros años de siglo XXI?.

Sin embargo cuentan con un punto débil sobre el que todavía no se ha reflexionado lo suficiente. Sus ingresos provienen de los consumidores. Somos nosotros quienes decidimos en última instancia qué productos tienen éxito y cuáles no. ¿Qué pasaría si los ciudadanos emplearemos las nuevas tecnologías para organizar grupos de presión? ¿Por qué no demandar a las multinacionales un comportamiento ético?

Alex Lamikiz (11-12-2000), ¿Qué es la Cibercultura, http://www.prodigyweb.net.mx/emilio2004/CIBERCULTURA.htm#¿Cibercultura?

Cibercultura y cultura de Investigación

Para un nuevo mundo nuevos conceptos, para un mundo por venir nuevos conceptos para percibirlo y construirlo, para nuevos conceptos un poco de novedad, de sorpresa, pero también un poco de tradición y sentido común, y para redondear una forma que exprese ambos componentes, lo nuevo y lo viejo en una unión que favorece el tránsito de los límites a las posibilidades. Así surge el concepto de cibercultura, construido por el ya tradicional y complejo de cultura, y la perspectiva innovadora del no menos complejo y más técnico de cibernética. Al unir cultura y cibernética surge el concepto de cibercultura, que ya naciente requiere de una primera definición, de una primera coloración de su fondo y su textura, para mostrar su aportación, su diferencia, su necesidad.

Cultura viene del latín, su primera significación es la de cultivo, agricultura, instrucción. Se compone de la raíz cultus, que significa cultivado, y +ura , que significa acción o resultado de. De ahí el sentido de acción o resultado de cultivar. Y cultivare, verbo latino, significa mejorar y preparar la tierra para que crezcan las plantas. También connota el cuidado en general de las plantas, y la idea de promover y refinar. El concepto viene entonces de un mundo agrario que construye sus sentidos con la imagen del trabajo de la tierra, que requiere conocimiento y labor práctica eficiente, para la obtención de un resultado altamente deseado de alimento, herramienta y belleza.

Cibernética por su parte viene del griego y de algún otro fondo indoeuropeo no del todo claro, y asociado al mar, a la navegación, otro oficio básico de la civilización humana. Kibernetes significa piloto, gobernador, Kibernán, timonerar, gobernar, guiar. Cibernética, concepto del siglo veinte, significa estudio de los procesos de mando en sistemas electrónicos, mecánicos y biológicos. A los cuales se puede agregar el de los sistemas sociales y algunos otros. El centro de la noción es el orden comandado, la explicitación de las ordenes que gobiernan un sistema, de la estructura que dirige el movimiento de un aparato. Responde a la pregunta por el conocimiento de lo que compone y organiza, de lo que opera y ajusta, de lo que actúa y aprende.

Y de ahí una primera noción de cibercultura. Acción de mejorar, preparar, cuidar, promover, a los sistemas de conocimiento, instrucción, saber, a partir del estudio de los procesos de mando, gobierno, y guía de esos sistemas. Y en ese sentido una posible propuesta es, estudio de los procesos de mando en los sistemas que mejoran, preparan, cuidan, promueven, al conocimiento, la instrucción, el saber, la construcción, de la vida social, biológica, y mecánica.

La diferencia específica del sentido de la cultura y la cibercultura es la reflexividad, la cultura busca sistematizar conocimiento y competencia práctica en la acción para ciertos fines sociales. La cibercultura busca lo mismo, pero con el énfasis en la mirada en los componentes de orden y organización, no sólo busca conocimiento y competencia, sino la estructura y orden que los sustenta. La cibercultura es una metacultura que incluye a la cultura y la reorganiza. Este es el aspecto central que interesa enfatiza aquí.

Existe una cibernética de segundo orden que es estrictamente reflexiva, que busca mirar a la mirada, estructurar a la estructura, organizar a la organización, sistematizar al sistema, ordenar al orden, reordenar a la reordenación. Como tal siempre construye un segundo nivel de configuración sobre cualquiera otro para observarlo e intervenirlo en beneficio del sistema y en relación con su ecología. La cibercultura se funda en esta cibernética de segundo orden, propone como guía la reflexividad constructiva, creativa, configuradora. En ese sentido tiene una dimensión estética y epistemológica al tiempo que metodológica e instrumental.



Galindo Cáceres, Luís Jesús, 2003, Cibercultura en la investigación. Ínter subjetividad y producción de conocimiento., Revista TEXTOS de la Chive sociedad, 3. Temática Variada. Disponible en http://www.cibersociedad.net
















lunes, 4 de febrero de 2008

América Latina en el foro de Davos

América Latina en el foro de Davos

Observando la lista de líderes políticos, magnates empresariales y estrellas académicas que participaron en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, la semana pasada, resultó difícil no advertir que había muy pocos latinoamericanos en la reunión.
Se trata de una mala noticia para Latinoamérica. En un mundo en el que los países de Asia, Medio Oriente y Europa del Este compiten por una tajada de las inversiones extranjeras, mercados de exportación y préstamos para el desarrollo disponibles en el mundo, parece que los líderes políticos y empresariales latinoamericanos están más interesados en hablar entre ellos en su casa que en salir a cortejar a los inversores extranjeros.
Sólo un presidente latinoamericano --el colombiano Alvaro Uribe-- asistió al encuentro, y lo más probable es que haya utilizado su tiempo para asuntos políticos antes que económicos. Uribe, que está haciendo frente a una campaña del presidente narcisista-leninista de Venezuela, Hugo Chávez, para que se le conceda estatus diplomático a la guerrilla colombiana de las FARC, aprovechó su viaje para combatir esa ofensiva.
Es cierto que hubo presidentes de Bancos Centrales y ministros de finanzas de Brasil, México y Chile en la conferencia de Davos. Pero también hubo una total ausencia de funcionarios de Argentina, Venezuela y otros países de la región, y los funcionarios de Brasil, México y Chile que estaban allí pasaron casi inadvertidos entre las docenas de dignatarios de Medio Oriente, el sudeste asiático y Europa del Este que asistieron al encuentro.
Igualmente, entre los 2,500 empresarios que participaron, sólo había 45 de América Latina, según me dijeron los organizadores del foro. En comparación, India estaba representada por 70 empresarios en la conferencia.
''India ha hecho un mejor trabajo que los latinoamericanos al actuar de una manera unificada entre gobierno y empresarios para salir a vender su marca país'', me dijo desde Davos Emilio Lozoya, el director para Latinoamérica del Foro Económico Mundial. ``Por donde uno va se encuentra con ellos, los empresarios indios hablando de su país''.
La Confederación de Industrias de India lanzó una campaña respaldada por el gobierno con el eslogan: ''India en todas partes'' en Davos 2005, con el propósito de mejorar la imagen de India en el exterior y de promover las exportaciones y el turismo. Y desde entonces, India ha mantenido muy activa su ofensiva de relaciones públicas internacionales.
Según me contaron durante un viaje a India el año pasado, el gobierno de ese país financió la campaña ''India en todas Partes'' con un fondo fiduciario de $50 millones, y la Confederación de Industrias maneja la operación con $5 millones anuales procedentes de los intereses del fondo y de contribuciones empresariales.
Un alto funcionario de la Confederación me señalo que: ``Invertimos muy poco en publicidad. Nos concentramos en los eventos y conferencias''.
Países del sudeste asiático como Malasia y Singapur hacen similares campañas de promoción en Davos, ofreciendo cocktails y cortejando activamente a potenciales inversores, según me dijeron participantes de la conferencia. Sin embargo, no se vieron esfuerzos semejantes por parte de los países latinoamericanos.
''Está claro que el epicentro del mundo en desarrollo se ha desplazado a Asia y el Medio Oriente'', me dijo Javier Santiso, jefe de economistas del mundo en desarrollo de la Organización de Cooperación Económica y Desarrollo (OECD), quien moderó un panel sobre Latinoamérica en Davos. ``Si el Foro no hubiera incluido nuestro panel en la agenda de la conferencia, nos hubiéramos caído del mapa''.
A juzgar por los resultados de una nueva encuesta a más de 3,000 miembros de las élites políticas, sociales y empresariales de 18 países de todo el mundo, que se hizo pública en la conferencia de Davos, las empresas latinoamericanas están pagando un alto costo por la imagen de sus países --o de ellas mismas-- en el exterior.
Ante la pregunta sobre cuánta confianza tienen en las empresas con sedes en 18 países de todo el mundo, los encuestados situaron a las empresas brasileras y mexicanas --las únicas latinoamericanas incluidas en la lista-- en los tres últimos puestos. Las empresas más confiables del mundo son las suecas, según la encuesta ``Barómetro de Confianza Edelman, 2008''.
''Las empresas con sede en México y en Brasil no suscitan mucha confianza en el mundo'', dijo la encuesta.
Mi opinión: es cierto que no es fácil para los líderes latinoamericanos dedicar tiempo para tratar de seducir a inversionistas y abrir nuevos mercados en conferencias internacionales realizadas en exclusivos centros de esquí suizos, en momentos en que gran parte de sus pueblos viven en la pobreza.
Pero India y China, países gobernados respectivamente por socialistas y comunistas, han hecho precisamente eso, y han reducido sus índices de pobreza mucho más rápidamente que América Latina. Quizás es hora de que los países latinoamericanos miren lo que está haciendo India para vender su marca país, y sigan sus pasos.